Es uno de los alimentos favoritos de muchos, por su sabor intenso y dulce, pero el chocolate también tiene otras propiedades más allá de las puramente golosas. Estamos acostumbrados a disfrutar de él en tartas, dulces, incluso en bebidas, porque es uno de esos sabores que gustan a casi todo el mundo. Más allá de esto, el cacao, que es la base del propio chocolate y de su sabor, posee muchísimos beneficios para nuestro cuerpo y nuestra piel, más allá de todos los que podemos recibir consumiéndolo. Y es que no hace falta ingerirlo para disfrutar de dichos beneficios, que también se pueden gozar a través de baños de chocolate, una tendencia cada vez más popular en los spas, y que la gente está llevando a casa para disfrutarlos en cada momento.
Dicen que Cleopatra, la mítica gobernante egipcia, mantenía su espectacular belleza gracias a los continuos baños de leche de burra que se daba. Lo cierto es que hay muchísimas teorías acerca de los beneficios de bañarnos en todo tipo de líquidos, más allá del propio agua, que es el más natural porque acaba con todo lo que llevamos encima y nos limpia de la manera más adecuada. Sin embargo, es cierto que el agua, de por sí, no hace que nuestra piel brille más o que esté más radiante. Para eso buscamos otras alternativas, y parece que el chocolate se ha convertido en una de las más importantes, tal y como se recoge de esta moda de bañarse en una tina completamente llena de este delicioso manjar.
Qué es un baño de chocolate
Aunque a veces se llene incluso alguna bañera con este tipo de líquido, lo habitual es que el baño de chocolate se lleve a cabo con un masaje utilizando este delicioso manjar en lugar de aceite, por ejemplo. Cubriremos así todo nuestro cuerpo, o nos lo cubrirán, con un baño de delicioso chocolate como cuando queremos dárselo a uno de nuestros postres caseros. A través del masajes iremos descontracturando toda nuestra anatomía y a la vez relajando toda esa zona cubierta por chocolate, que estará en contacto directo con los beneficios de este líquido. El baño puede ser a cuerpo entero o sencillamente, a una parte del mismo, desde la cara hasta los brazos y las piernas. El masaje suele durar unos 40 minutos y no, no es recomendable comernos el chocolate que nos cubre, por lo que pueda pasar.
Cómo preparar un baño de chocolate
Este tipo de masajes con chocolate son muy habituales en los spas y los centros de belleza, pero es cierto que, al utilizar un componente tan habitual como el chocolate, muchos han sido los que se han llevado esta terapia a casa. La chocolaterapia, que así se llama este proceso, se puede realizar de forma individual en nuestro hogar, por nuestra cuenta, siempre que sepamos cómo hacerlo y tengamos los ingredientes necesarios para preparar nuestro baño de chocolate, o realizarlo sobre nuestra pareja o cualquier otra persona de nuestra familia, pero siempre en nuestro hogar, utilizando nuestros propios conocimiento y estos consejos tan sencillos que vamos a exponerte aquí.
Necesitaremos dos tazas de leche en polvo y media taza de cacao, a ser posible que se mezcle bien, para evitarlos tan manidos “grumos”. Como no lo vamos a consumir, esto tampoco tiene una importancia capital, pero es mejor conseguirlo para que el masaje tenga el efecto deseado. Utilizaremos dos cucharadas de maicena para mezclarlo todo y darle ese punto de mejunje necesario para llevar a cabo correctamente el masaje. Con esa mezcla, y ya tendidos sobre una sábana que luego limpiaremos o sobre la propia bañera, comenzaremos a masajearnos con las manos impregnadas de ese chocolate, cubriendo bien todo el cuerpo, para que toda la piel se beneficie de este tratamiento que sin lugar a dudas, está dando mucho que hablar.
Baño de chocolate en spa
Si crees que hacerlo en casa será demasiado lío porque lo pondrás todo perdido, también puedes optar por disfrutar de la chocolaterapia en un spa profesional, de la mano de personas que saben perfectamente cómo llevar a cabo este proceso de la mejor manera posible. Una terapia como esta requiere también de las manos profesionales de un buen masajista, algo que seguramente nosotros no seamos, porque al fin y al cabo se necesita estudiar mucho y tener experiencia en este mundillo para llevar a cabo un masaje perfecto, sea con chocolate o sin él. Es cierto que el punto especial que le da el baño de cacao es lo que hace destacar a esta terapia, pero no se trata solo de cubrir nuestro cuerpo con esa mezcla, sino también de disfrutar del masaje.
Beneficios de un baño de chocolate
Habrá quien piense que el chocolate es una magnífica alternativa para aquellos días en los que nos sintamos golosos y nos apetezca algo realmente dulce y exquisito, pero no para ponerlo por todo el cuerpo. Algunos, incluso amantes de los batidos y las tardas de cacao, no consienten ser “pringados” con esa mezcla, porque se sienten extraños con todo ese mejunje encima. Sin embargo, los beneficios de esta terapia están más que demostrados, gracias sobre todo el poder antioxidante que ofrece el cacao, especialmente cuando es puro. De hecho, debemos escoger un cacao en polvo con una pureza de al menos el 70% para realizar este tipo de terapias, porque de lo contrario el efecto no será tan pleno.
El cacao posee un alto contenido en magnesio, que ayuda tanto a nuestra piel como a nuestro sistema nervioso, mejorando la actividad y la recuperación de las neuronas. Sus antioxidantes y vitaminas ayudan a mantener una piel mucho más radiante y sana, evitando la sequedad, especialmente cuando lo utilizamos en terapias como esta, a través de un masaje directo sobre nuestra piel. También debemos destacar su contenido en triptófano, un elemento que favorece la segregación de seratonina, conocida como la hormona de la felicidad. Con estos beneficios, ¿quién puede resistirse a un exquisito baño de chocolate?