La biología ha hecho que hombres y mujeres tengan diferencias bastante evidentes entre sí. Diferencias de altura y peso, de envergadura, pero también otras más íntimas, como el hecho de tener más o menos vello en ciertas partes, o el desarrollo de unas partes del cuerpo determinadas. La mayor diferencia biológica, la que hace que las mujeres puedan llegar a concebir, pero que también supone una situación muchas veces complicada para ellas, es la menstruación. Cada mes, las mujeres en edad fértil menstrúan para llevar los óvulos al lugar donde deben ser fecundados. La ovulación da paso a este proceso que en muchas ocasiones puede ser muy delicado, ya que hay mujeres que sangran bastante durante ese periodo.
Si eres chica ya sabes de sobra cómo va esto de la menstruación, y lo complicado que puede ser mantenerlo de manera privada. La utilización de tampones y compresas suele ayudar, sobre todo para no estar manchando constantemente la ropa íntima o los lugares donde nos sentemos, algo que de todas formas ocurre a veces. Sin embargo, en los últimos años ha entrado con fuerza una alternativa que está llamando mucho la atención de las mujeres, porque supone un modo mucho más económico, sostenible y a veces incluso más adecuado para cuando estamos en esos días del mes. Se trata de la copa menstrual, muy utilizada en otros países, y cuya popularidad en España está creciendo como las espuma en los últimos tiempos. Aquí te damos todas las claves sobre esta alternativa.