La televisión actual se ha convertido en un auténtico circo, más aun que hace unos años, cuando el show ya gobernaba la parrilla. Ahora, las cadenas tienen que competir no solo con las otras cadenas rivales, sino también con Internet, Twitch y las redes sociales, para captar la atención de la gente. Ya no vale con sacar el enésimo refrito del mismo programa que sabemos que funciona. Hace falta buscar una alternativa, algo diferente, algo que de verdad atraiga a aquellos que no terminan de encontrar en Internet lo que buscan. Seguir manteniendo ese espíritu de familiaridad a la hora de sentarnos a ver un programa, una serie de televisión, en un horario concreto. Cada vez son menos los que siguen haciendo este ritual, pero es cierto que la televisión está aguantando el envite, gracias sobre todo a la población más adulta, que sigue prefiriendo este estilo de programas.
En Italia, por ejemplo, la televisión lleva ya varias décadas convertida en un auténtico espectáculo donde vale cualquier cosa con tal de vender. Existen programas de tertulias que son un circo de insultos y agresiones verbales, pero que mantienen su cuota de audiencia porque a la gente le encanta el morbo. Este tipo de espacios apenas llegan a entretener y desde luego no enseñan nada positivo, pero son muy seguidos. ¿Será que realmente a la audiencia le apetece más ver a personas peleándose que a “gente normal”? La hipocresía de la sociedad se pone de manifiesto cuando a pesar de ser los programas más vistos, luego nadie reconoce seguir estos shows. Es como si les diese algo de reparo mostrar que son fans de este tipo de programas, porque supone quedar mal, de incultos, de poco leídos. Sin embargo, la televisión sabe lo que el público quiere y se lo entrega en bandeja. Noticias amarillistas, sensacionalismo y sobre todo, chicas guapas. Las modelos y presentadoras espectaculares se han abierto un hueco en la televisión italiana, hasta el punto de utilizarla en muchos casos como trampolín para sus propias carreras. Una de ellas, Senada Nurkic, causó hace años un escándalo de gran magnitud al reconocer en pleno directo que ejercía la prostitución, motivo por el que incluso fue despedida del canal.