Muchas mujeres piensan que los hombres son muy simples, y que solo pueden pensar en una cosa: el sexo. Evidentemente, generalizar en este sentido es contraproducente ya que no todos los chicos son iguales, por más que queramos empeñarnos en decirlo una y otra vez. Sin embargo, es cierto que el aspecto sexual es uno de los que más importancia tienen en el deseo masculino. Ya sea por su propia forma de ser, por la manera en la que la sociedad les ha premiado a mostrar esos impulsos sexuales, los hombres responden mucho más fácilmente al deseo. Ven a una chica atractiva que además parece insinuarse y les cuesta la misma vida contenerse. Es algo que llevan dentro, y que en el caso de las mujeres puede estar un poco más reprimido. Pero ya se sabe lo que dicen: perro ladrador, poco mordedor…
Los chicos suelen hacer gala de su hombría, especialmente delante de otros hombres y mujeres. Como si fueran pavos reales, demuestran su atractivo, sus músculos, incluso sus intenciones sexuales con el baile, por ejemplo. Cuando hablan con una chica que les interesa, ponen toda la carne en al asador, asegurando que sus hazañas sexuales son increíbles. Pero luego, a la hora de la verdad, muchas se llevan una gran decepción al ver que a esos pavos se les va toda la fuerza por la boca. Los hombres necesitan dar esa imagen de amantes intensos y apasionados, lo sean o no, porque deben quedar como tales ante los demás. Las mujeres, sin embargo, suelen ser más recatadas en ese sentido, pero una vez llegados al punto decisivo, cuando están en la cama, ellas llegan a ser incluso más expertas. Si lo que quieres es dejar como loco a tu chico, o sorprender a ese crush que acaba de llegar a tu vida, aquí te vamos a dar algunos consejos para hacerle pasar un rato inolvidable. Y es que satisfacer a un hombre en la cama puede ser fácil, pero hacerle sentir en la gloria con el sexo es otro nivel al que solo unas pocas pueden llegar… si saben cómo hacerlo.
El sexo es imprescindible en la pareja
Cuando dicen que el sexo es algo secundario y no hay que darle tanta importancia están tratando de minimizar un punto imprescindible para disfrutar no de la pareja, sino de la vida. Por más que todavía cueste entenderlo en según que círculos, somos animales sexuales y estamos preparados para mantener relaciones con varias personas. De hecho, no son muchas las especies monógamas que existen, siendo la pareja y el matrimonio un concepto más bien pragmático que realista. El caso es que el sexo, sea con desconocidos, amigos o con el amor de nuestra vida, va a servir para forjar un vínculo mucho más intenso. A través de la pasión y el placer podremos conocer de verdad a la otra persona, y en el peor de los casos, habremos disfrutado de un buen rato de diversión. Por eso hay que saber darle su lugar de importancia a la sexualidad en la pareja.
Cumplir todas las fantasías
Los hombres tienen muchas fantasías sexuales, y eso es algo que marca también su manera de entregarse al placer. No es que sea un atributo únicamente masculino, ni mucho menos, porque las mujeres también están deseando cumplir ciertos clichés y fetiches sexuales. Sin embargo, en el caso de los hombres, tal vez por costumbre histórica, son capaces de demostrar todas esas fantasías de una manera más explícita. Si buscas excitar de verdad a un chico, solo entérate de cuál es su mayor fantasía y lánzate a cumplirla sin complejos. Tal vez sea tener sexo en un lugar público, como la playa o los probadores de una tienda. Tal vez sencillamente disfrute de los juegos de rol y busque disfrazarte de animadora o enfermera sexy. Cualquiera de esas opciones nos servirá para encender la llama con nuestra pareja, incluso cuando ya llevamos tiempo con él.
Y es que las fantasías son una buena manera de llevar el sexo más allá. No estamos diciendo que cada encuentro sexual tenga que ser único, original e inolvidable. Sin embargo, sí que conviene de vez en cuando aportar ese granito de arena para llevar el placer un paso más allá. Cuando estamos hablando de deseos, los de los hombres suelen ser más fáciles de satisfacer. De hecho, dependiendo de cómo de lanzadas seamos en la cama, tendremos ocasión también de sorprender a nuestra pareja con nuevas fantasías. Algunos incluso se conforman con lo que para otros es el día a día rutinario, una felación, una nueva postura… Buscar diferentes opciones para satisfacer a nuestro hombre en la cama siempre suele surtir un buen efecto.
Tomar el control… y dejar que él lo tome
El sexo es, como la propia relación de pareja, un toma y daca constante entre dos personas que por encima de todo quieren estar juntas. Está claro que no hay que llevarse esto al terreno de la toxicidad, creando un ambiente dramático o agresivo entre los dos. Pero esa lucha por el control de la situación que se da tan habitualmente en la pareja puede ser una chispa perfecta para prender el deseo, si sabemos cómo enfocarla. Hay parejas en las que una de las dos partes siempre toma el control y la otra se deja llevar. Es algo también habitual, pero a la larga esto puede provocar cierto aburrimiento, porque los comportamientos y rutinas se repetirán una y otra vez…
Cuando tomas el control de la situación con tu chico, las cosas se pueden poner muy interesantes, especialmente si no es tan habitual que esto ocurra. Él se sorprenderá y estará encantado de verte tomar las riendas, de sentir cómo te despegas de tu papel sumiso y le pones contra la pared. Lo hemos visto un millón de veces en el cine y la televisión, desde Grease hasta Cincuenta Sombras de Grey. Si en cambio eres de las que siempre has tomado la iniciativa en la cama, tal vez sea hora de dejar que sea él quien controle y decida. Eso también le dará más opciones para disfrutar y estará encantado de comprobar que puede tenerlo todo bajo control. Le volverá loco poseerte y sentir que estás dispuesta a todo por complacerle…
Las profesionales lo saben bien
Mantener enganchado a un hombre a través del sexo puede ser muy efectivo, sobre todo si sabes cómo darle lo que necesita. Las profesionales del placer, escorts y prostitutas que hacen del sexo su forma de vida, consiguen esto de una manera muy sencilla. Son capaces de entender a los hombres, de saber lo que quieren y necesitan en cada momento, y se lanzan a satisfacerles. Podemos aprender de ellas que no hay nada que deba limitarnos en el placer, que debemos abrir la mente a nuevas emociones y sensaciones. Las barreras solo sirven para quedarnos con las ganas, y de hecho, hacer realidad las fantasías de los hombres también se puede convertir en hacer realidad nuestros propios deseos.