En una época en la que las mujeres apenas tenían voz en los medios y mucho menos en los negocios, Mary Kay Ash surgió como una empresaria de éxito y como el ejemplo perfecto de que una mujer también podía emprender un negocio solvente que además ayudara también a otras mujeres a salir adelante. A través de la venta comercial de cosméticos, la empresa de Mary Kay Ash ha ido creciendo en las últimas décadas, empleando a casi un millón de mujeres en todo el mundo actualmente, y se ha convertido en una de las firmas más prestigiosas del sector. Y todo gracias a la visión de negocio de su fundadora.
Con un imperio económico que muchos hombres envidiarían, Mary Kay lo creo de la nada, con una inversión mínima junto a su hijo, y con la firme idea de convencer a otras mujeres para que vendieran sus productos y fueran las mejores embajadoras de su marca. Y desde luego lo consiguió, no solo colocándose en un papel primordial en el sector sino también como un ejemplo perfecto de cómo una mujer con buenas ideas puede alcanzar el éxito si realmente se lo propone y no desfallece en el intento. Porque al igual que muchas, Mary Kay también sufrió el machismo en sus carnes cuando trabajaba, aunque eso fue precisamente lo que la animó a tener su propio negocio.
Así comenzó su carrera empresarial
Mary Kay Ash nació en Texas en 1918, y desde su mayoría de edad se empleó como vendedora de diversas empresas, consiguiendo una gran reputación. No solo sabía vender cualquier cosa, sino que además era muy buena enseñando a los demás a vender. Como entrenadora de vendedoras se especializó en el mundo de los cosméticos y desarrolló su carrera hasta el año 1960, cuando dejó su trabajo por la gran frustración que sentía al no ser considerada como sus colegas masculinos. A la hora de ser promocionada, de obtener ascensos, los hombres parecían tenerlo mucho más fácil, incluso cuando ella había demostrado ser mejor vendiendo que ellos. Eso la llevo a fundar posteriormente su propio imperio, con sus propias reglas.
Su lucha contra la discriminación sexual
La vida de una mujer en la década de los 40 y 50 no era precisamente placentera, especialmente si pretendía abrirse camino en el complicado y competitivo mundo de la venta directa, dominado por completo por los hombres. Durante buena parte de su vida, Mary Kay Ash tuvo que enfrentarse a esa discriminación, que de hecho fue lo que le hizo finalmente dejar su trabajo para montar su propio negocio, en el que las mujeres tendrían mucha más voz e importancia. Fue una pionera del empoderamiento y teniendo ya su imperio, con muchos beneficios, ayudó a numerosas causas a través de asociaciones contra la violencia doméstica, apoyando también los discursos liberadores de la mujer frente al machismo que todavía era imperante.
Mary Kay Cosmetics, su exitoso imperio
En septiembre de 1963, Kay Ash decide comenzar una nueva aventura empresarial fundando, junto a su hijo Roger, Mary Kay Cosmetics, una empresa en la que aprovecharía sus conocimientos sobre ventas y cosméticos para crear un negocio diferente y de marcado carácter femenino. Con una inversión inicial de apenas 5000 dólares, la empresa creció rápidamente y la fama absoluta llegó tras una entrevista en la cadena nacional CBS, en 1979. Kay Ash solía animar a las vendedoras con premios lujosos para las que más vendiesen, incluyendo el popular Cadillac Rosa, que se convirtió casi en un símbolo de la marca y sirvió también de magnífica publicidad para su imperio.
Premios y reconocimientos
Además de conseguir levantar un imperio con muchos beneficios de la nada, Kay Ash también obtuvo numerosos reconocimientos y premios tanto en vida como tras su muerte en 2001, especialmente por su lucha en favor de los derechos de las mujeres, como el World Almanac Book, eligiéndola como una de las 25 empresarias más influyentes en 1985, o la distinción del Instituto Smithsonian en el 1988 como una de las grandes emprendedoras. Otros premios que recibió fueron el Texas Woman of the Century o el premio Horatio Alger Distinguished American Citizen, reconociendo su lucha contra la adversidad y su gran capacidad emprendedora.
Mary Kay Ash se ha convertido en una referencia para el feminismo
Además de representar un ejemplo de empresaria de éxito, el ímpetu feminista de Mary Kay Ash también la ha convertido en un icono para el este movimiento social. En una época en la que era realmente complicado sobresalir en los negocios siendo mujer, ella logró crear un imperio con su propio esfuerzo, su trabajo y su inteligencia, después de ser ninguneada por su sexo en muchas empresas. El ejemplo de Kay Ash ha quedo plasmado en numerosos libros que sirven hoy en día para que mujeres en todo el mundo se atrevan a cumplir sus sueños y a lanzar sus propios negocios.