Técnicas para dormir, los mejores tips para noctámbulos

Dormir es tremendamente importante para nuestro desarrollo tanto físico como mental, pero llegados a cierto punto, a cierta edad, parece que dejamos un poco al lado esa importancia y dormimos simplemente lo que podemos, entre madrugones, fiestas y demás. Lo importante es entender que dormir mal puede ser un factor notable para empeorar nuestra salud y nuestra vida en general. Recordaremos peor las cosas, estaremos todo el día cansados y enfurruñados, y todo por no haber podido disfrutar de un descanso óptimo por las noches. Hay personas a las que les cuesta mucho dormir, y para ellas hemos preparado este artículo.

Aquí traemos algunas claves para conseguir que el sueño sea lo más reparador posible, para que no haya nada que nos impida conciliarlo de una manera correcta y adecuada. Es normal que para algunas personas, lo de dormir sea casi un suplicio porque se llevan horas dando vueltas en la cama si poder llegar a caer en brazos en Morfeo. Sin embargo, con estos trucos y estas técnicas seguramente todo les sea más sencillo, porque se ha comprobado su eficacia en muchos estudios, y son un aporte crucial para poder dormir en condiciones, siempre que se sigan a rajatabla y se tengan como algo importante, claro está.

Por qué es importante dormir bien

Y es que la importancia de un buen descanso nocturno es mayor de la que pensamos. Privados de un buen sueño, estamos mucho más expuestos a tener accidentes si conducimos, o incluso si vamos andando, porque nuestros sentidos no estarán tan alerta por culpa de la somnolencia y el mal descanso. Debemos dormir bien, las horas adecuadas, para que nuestro cerebro pueda resetearse cada noche y gestionar bien la información que recibimos, y de igual forma, el sueño también ayuda a nuestro cuerpo a desarrollarse y regenerarse, a recuperarse de todo ese cansancio que hemos podido acumular durante el día y que de hecho, es una de las claves para poder dormir bien.

Haz ejercicio durante el día

El ejercicio es uno de los pilares básicos de la vida sana y es recomendable para cualquier persona, da igual su estado o su forma física. Y es que por ejemplo, si hacemos mucho ejercicio durante el día llegaremos más cansados a la noche y seguramente nos quedaremos dormidos mucho antes por ese cansancio. Nuestro cuerpo está mandando mensajes a nuestro cerebro para que busque el descanso con el que poder reconstituirse, y al sentirnos más cansados y agotados, el cerebro sabe que debe desatar la melatonina, la sustancia que nos hace tener más sueño y caer rendidos por la noche. Eso sí, el ejercicio mejor por la mañana o a media tarde, porque si lo hacemos justo antes de acostarnos, el efecto será el contrario.

Imponte tus propios horarios de sueño

Hay personas que piensan que eso de dormir ocho horas todos los días es simplemente un mito y que no es necesario descansar tanto cuando hay mucho que hacer durante la vigilia. Sin embargo, conforme vamos creciendo, la necesidad de dormir bien ya no es tanto para nuestro desarrollo, algo importante en la adolescencia y juventud, sino más bien para nuestro organismo, para que el cerebro y el cuerpo se recuperen de la forma correcta de los esfuerzos diarios y estén en condiciones para el día siguiente. Dormir al menos siete horas y media debería ser imperativo para todos nosotros, ya que a partir de ese punto lograremos un descanso más adecuado.

Despídete de la cafeína y del tabaco

Dos de las cosas que peor se llevan para poder conciliar bien el sueño son el tabaco y la cafeína. Por desgracia, hay mucha gente que sigue fumando bastante durante el día, y las sustancias del propio tabaco, especialmente la nicotina, puede producirnos trastornos del sueño como el insomnio, por no hablar de los problemas respiratorios que pueden conllevar dificultades para dormirnos. La cafeína es una sustancia que se encuentra en el café, pero también en los refrescos, en las bebidas energéticas y en algunos tés, y que funciona como un excitador, haciendo más complicado el que nos podamos quedar dormidos fácilmente. Por eso es mejor terminar con esas dos sustancias si queremos de verdad dormir en condiciones.

Evita hacer siestas prolongadas

Es la pescadilla que se muerde la cola. Nos levantamos cansados por no haber podido dormir en condiciones o lo suficiente, y estamos deseando que llegue la hora después de comer, para poder echarnos un rato en el sofá, para una siesta “rápida” que al final se convierte en una de más de una hora. Esto es totalmente desaconsejable, no solo porque ese sueño nos faltará por la noche y no tendremos tanta facilidad para dormirnos, sino porque además alargar la siesta puede provocarnos ese indeseable estado de confusión al despertar, fruto de haber llegado al sueño REM.